Esta idea es algo más difícil de llevar a cabo, pero puedes adaptarla para simplificar la idea, manteniendo el fondo. Se trata de lo siguiente.
Para hacerle un regalo a cada miembro de la familia (abuelos y tíos), compré tazones de cerámica para pintar mayólica, y le pedí a mis niños que dibujaran lo que quisieran en el exterior. Los ayudé con el interior y luego le pusimos barniz final para vitrificar el trabajo.
Fui a una tienda de artesanía en cerámica y arrendé el servicio de horno.
La idea original era que los familiares usaran los tazones para el desayuno, pero finalmente todos los dejaron para guardar lápices. El trabajo quedó precioso, y es una linda forma de preservar los dibujos de los primeros años, pero tanto gasto en horno no se justificó.
Como los tazones que hagan sus retoños también terminarán probablemente como guarda lápices aquí está la adaptación que te sugiero.
Con estos mismos tazones, le pediría a los pecosos que pintaran con la humilde y bien ponderada témpera. Luego cubriría con pegamento blanco aguado (el clásico de carpintero diluido en agua) , y listo. Más barato e igual de bonito!
