Uno de mis niños tuvo una Fiesta de Caballeros en el colegio, para lo cual tuvimos que preparar un disfraz. Evidente que no iba a comprar un traje para usarlo LA vez, así que usé el ingenio.
Un gorro viejo pintado con spray dorado al que le agregué un frente de cartulina dorada y lo fijé con corchetes.
Una capa de mago que estaba por darse de baja, a la que le cosí un cordón para que pudiera amarrarse nuevamente.
Un rectángulo de tela (un retazo que sobró del tapiz de una silla) al que le hice un agujero en el centro para convertirlo en una especie de poncho.
Un cinturón negro de una falda que alguna vez tuve.
Una cinta dorada, de esas que quedan dando vueltas después de las navidades, en la caja de cachureos.
Un escudo bonito impreso en la casa (yo lo imprimí en colores pero también puedes imprimirlo en blanco y negro y pintarlo)
Estas últimas dos cosas las cosí a máquina sobre el poncho de tela.
Cartón grueso para hacer la espada (pintada y decorada con piedras de colores) y el escudo (pintado, decorado también con piedras, un escudo pegado con cola fría y un cordel para que pudiera tomarlo desde atrás)
El resultado...diversión infinita.
