Primero, saqué todas las teselas que aún estaban pegadas y lo limpié.
Compré una cuerda (yute) y lo pegué con silicona caliente en el rededor del espejo, presionando hacia abajo y hacia el exterior, para fijar bien la cuerda sobre si misma.
Para mejorar la terminación se me ocurrió pegar una fila de piezas cerámicas circulares (las tenía guardadas de años luz) y las puse al rededor. Me gustó mucho el resultado.
Me encanta cómo quedó.
Aún no sé donde lo pondré, pero ya encontraré un lugar donde se luzca.