Bueno, corté partes del cuerpo en la medida en que iba imaginando al personaje y luego, con una máquina de coser que me prestó una amiga (y que aún no devuelvo...) empecé a coser. De más está decir que no soy una experta y que las terminaciones hay que mirarlas de lejos, pero las muñecas tienen un lindo lejos y tienen el valor de haber sido hechas por la tía.
Aquí les dejo algunas fotos de Bellazul y Marysol para que vean que sólo hay que atraverse y pisar el acelerador...de la máquina de coser.