Que nadie diga que hacer panoramas con los niños tiene que ser caro. Mira lo que se nos ocurrió.
El sábado en la noche decidimos hacer un picnic familiar en una placita con vista a toda la ciudad. Llevamos una pizza hecha en casa, jugo, vasos y helados de palito. Y listo! Estuvimos conversando, mirando la ciudad de una forma en que los niños no la suelen ver. Tratamos de reconocer edificios, avisos y calles. Estuvo lindo y la noche nos acompañó.
Anímate!!