Compré una linda tela con bonita caída, de 1.40 de ancho x 1.50 de alto. Usé además una huincha, una tijera, un alfiler de gancho y mi máquina de coser.
Doblé en dos la tela, formando un largo rectángulo, el cual marqué con una tiza.
La idea era que la parte superior fuera del ancho de una polera, de modo que esa parte la fui recortando. Y abajo mantuve el ancho.
Además corté el largo para que quedara largo pero no arrastrara.
Entonces cosí los lados del vestido y la basta.
En la parte superior cosí una basta, pero la dejé más ancha, para poder pasar una cinta por ella.
Con un pedazo de la misma tela formé una tira larga, la que pasé por el escote del vestido.
Para ello, enganché uno de sus extremos con el alfiler de gancho.
Luego lo probé y até la tira para que la parte superior quedara a la altura que quería y lo fijé.
No lo voy a modelar porque no tengo dotes de modelo, pero quedó muy lindo.
Con una chaqueta de jeans y zapatos de terraplén se ve precioso.